La Charreada
Una tradición mexicana muy arraigada
Un hombre a caballo dentro de un lienzo charro viste una camisa con botones conchos y una corbata decorativa, bajo un cielo dorado por el sol de México. Con una mano sostiene las riendas y con la otra el ala de su sombrero saludando a los jueces y al público en general. Una banda toca la Marcha de Zacatecas mientras se respira un aire de orgullo nacional. Se trata de un Charro – un jinete diestro – y esta es la ceremonia de apertura de una Charrería, el deporte nacional de México.
Orígenes Históricos
La charrería o charreada, es un espectáculo ecuestre que muestra las habilidades para montar de los jinetes y su destreza con el lazo, un aspecto cultural latino. Similar al rodeo americano, la charrería está especialmente arraigada en la historia de México. Mientras que los españoles desarrollaban costumbres agrícolas y ecuestres durante aquellos tiempos, estaba prohibido a los indígenas de México, montar o ser propietarios de caballos. Salvo quienes trabajaban en las haciendas de los españoles. Sin embargo, no les permitían usar sillas de montar ni llevar vestimentas de estilo español. La necesidad de los indígenas para cabalgar, los llevo a desarrollar su estilo propio de vestimentas y equipo ecuestre de donde nació el famoso “sombrero mexicano”. Hoy en día la ropa de los Charros se refleja solamente en las Charrerías como se muestra en las exhibiciones.
Un símbolo de la identidad mexicana
Durante la guerra de independencia mexicana en los años 1800, los charros se consideraban como figuras militares y peleaban y servían a varios ejércitos. Después de la independencia, el estatus de los charros creció aún más y más en todo el país. Para preservar la tradición de los charros, la Federación Mexicana de Charrería fundada en la ciudad de México en 1933, declaró a la charrería, el deporte nacional de México. Y en el último siglo, la importancia de la charrería en la cultura mexicana va en aumento y está en evolución. Hoy en día incluye un evento de mujeres conocido como la escaramuza charra. Un equipo de mujeres que exhiben sus habilidades de jinetes y un atuendo especial denominado la “Adelita”, compuesto de blusa, falda, faja y sobrero. A pesar de su origen humilde como trabajadores con poca libertad, el charro de hoy es un símbolo de la cultura, la libertad, la resiliencia y el orgullo de los mexicanos.
Un legado viviente
La Charrería perdura como una parte especial y venerada de la cultura mexicana y celebra más de quinientos años de historia y tradiciones mexicanas. Recientemente, nos conectamos con los charros Hugo Pedrero y Jerónimo Santillán, así como con la escaramuza Lissie Santillán para aprender más sobre la Charrería dentro de sus familias y lo que significa para ellos el ser un charro o una escaramuza.
¿Cómo llegaste a la Charrería?
Hugo: Yo no escogí la Charrería, la Charrería me escogió a mi. Yo nací en una familia de charros y me enseñe a montar antes que a caminar. Cuando yo era chico, mi papá organizaba rodeos donde se hizo una escuela de montar toros y fue donde me inicié y me llevó a ir avanzando hasta llegar a U.S.A.
Jeronimo: Mi Familia me enseñó y me acercó a la Charrería desde pequeño, a partir de los 2 años de edad mi madre y abuelo comenzaron a subir a los caballos, inconscientemente me estaban generando una especie de seguridad al estar arriba de un caballo, conforme pasaron los años me fueron dando ciertas instrucciones para así tener mayor experiencia y confianza tanto con el animal así como conmigo. El ser charro es una disciplina muy importante ya que se habla de una unión entre dos ( el animal y el jinete) eso lleva a que conforme los años de entrenamiento del jinete junto con su caballo se forme una especie de lazo para así lograr un equilibrio de respeto tanto para el animal como del animal para el jinete. Me convertí en charro gracias a la buena educación y enseñanza que me dieron mis padres, abuelos y familia cercana, no muchos tienen la fortuna de poder ser un charro echo y derecho, el ser charro se forma y se gana.
Lissie: desde que nací siempre estuve rodeada de la Charrería ya que mi papá es charro o fue charro en su juventud, cada que íbamos a las charreadas donde él participaba veía a las escaramuzas y a los charros hacer sus suertes y yo solo quería aprender para estar un día un día en la escaramuza y vestirme con esos hermosos vestidos y galopar al son de una canción.
¿Qué significa para usted el deporte de la charreada?
Hugo: Yo le debo toda mi formación como deportista al rodeo, gracias a eso soy la persona que soy al momento y prácticamente fue mi vida.
Jeronimo: Realmente me es muy increíble el como puede el jinete aguantar tanto tiempo en una bestia de casi 1 tonelada de puro músculo, a pesar de que tan solo tienen que soportar 8 segundos, esos 8 segundos pueden significar la vida o la muerte.
¿Cómo te ayuda Charreada a mantenerte conectado con tu cultura?
Hugo: Pues es algo que hago día a día, para mí es un estilo de vida así que sigo conectado todo el tiempo.
Lissie: La Charrería podría decir que es la identidad de ser mexicano, ya que los trajes son indumentarias 100% mexicanas que han ido evolucionando al paso de los años pero jamás han perdido lo tradicional de nuestros ancestros hombres de a caballo. Y las suertes charras siguen siendo las mismas que con lo que inició este deporte en los campos abiertos para atrapar al ganado, ósea, empezó como trabajo diario. La conexión que tengo pues es 100% a mi cultura Mexicana, ya que las canciones que interpreto son acompañada con el mariachi que solo existe acá en México, donde las letras hablan del amor romántico y bonito, de las serenatas en los balcones, de la vida en el campo con los hombres galantes y las mujeres tan femeninas a su andar. Me llena el alma cantar a caballo vestida de china poblana o de charra esas canciones bravías que hablan de lo bonito que es nuestro México y nuestra cultura tan colorida.
¿Qué es lo que más disfrutas de ser jinete de toros?
Hugo: La satisfacción de llegar a lograr lo que nadie logró en México es lo máximo.
Jeronimo: Me encanta sentir la adrenalina que tienes antes de subirte a un animal tan hermoso y letal a la ves. Es una sensación muy extraña que puede dar el animal, se siente que impone por su tamaño, su fuerza, su poder. El estar arriba de un toro se siente como si volaras, como si todo lo demás se desvaneciera y solo quedarás tú y el toro.
¿Qué quieres compartir sobre la Charrería o tu cultura con quienes no la conocen?
Hugo: Quiero compartir los buenos modales, las costumbres de un caballero y sobre todo lo que involucra el comportamiento de un charro con la gente hasta con el cuidado de su caballo.
Lissie: Exorto a todos los mexicanos y a todas las personas del mundo a conocer nuestro deporte nacional que es la Charrería que está conformado por hombres y mujeres valientes que hacen suertes a caballo con majestuosos trajes coloridos elaborados a mano por grandes artesanos, a probar nuestra comida que está llena de explosivos sabores, a conocer nuestros hermosos pueblos mágicos como nuestros hermosos paisajes.